El contrato de interinidad es una modalidad de contrato laboral que se usa para cubrir de forma temporal una vacante en una empresa. Esta figura jurídica se rige por el Estatuto de los Trabajadores y por el Real Decreto, estableciendo una relación laboral de carácter temporal entre el empleado y la empresa, cuya finalidad es sustituir a un trabajador que se encuentra en situación de ausencia o incapacidad temporal.
En este sentido, el contrato de interinidad es una herramienta fundamental para garantizar la continuidad de la actividad empresarial ante la ausencia de un trabajador, ya que le permite a la empresa contratar a una persona para cubrir sus funciones por un período determinado de tiempo.
En este artículo se explorará en detalle todos los aspectos legales del contrato de interinidad en España, así como sus beneficios tanto para el trabajador como para la empresa.
El contrato de interinidad se podría definir como un acuerdo temporal pactado entre el empleador y el trabajador. El mismo tiene como objetivo reemplazar a un empleado fijo de la organización que está fuera de su puesto por una determinada cantidad de tiempo.
En la legislación española se estipula que este tipo de contrato se puede celebrar frente a tres distintas circunstancias. La primera se da cuando se tiene que sustituir a un empleado cuya relación laboral está suspendida y, por ende, se reserva su puesto. En segundo lugar, este contrato tiene lugar cuando se sustituye a un trabajador que realiza otras funciones en un área diferente dentro de la misma empresa de forma temporal. Y, la tercera ocasión puede ser cuando se tenga que cubrir un puesto de trabajo temporalmente durante el proceso de selección de personal.
Además, cabe destacar que el contrato de interinidad se debe formalizar de manera escrita, y en el mismo se debe aclarar el carácter y las circunstancias por las que se celebra dicho contrato, así como la remuneración y las tareas a realizar por el trabajador temporal.
Por otra parte, este contrato se extingue cuando la circunstancia de la que depende finaliza. Y, cuando expira, el empleado suplente no tendrá derecho a ninguna indemnización.
Asimismo, las jornadas de trabajo de los contratos de interinidad también están contempladas dentro de la ley, la cual determina que el trabajador temporal deberá cumplir la jornada completa en el mismo horario que desarrollaba la actividad el trabajador fijo. En este sentido, la empresa podrá elegir una jornada parcial solamente en los casos en que el puesto del trabajador a sustituir sea a tiempo parcial, o en el caso de que el empleado temporal tenga que reducir la jornada provisoriamente por inconvenientes personales.
El contrato de interinidad puede contar con una determinada extensión, dependiendo del motivo del mismo. De la misma forma, la extensión y funcionamiento del contrato de interinidad pueden ir variando.
La duración del contrato de interinidad va a depender exclusivamente del período de tiempo que dure la ausencia del trabajador sustituido.
En el caso de que la organización esté en un proceso de selección para cubrir un puesto, la duración será el tiempo que tome el proceso. Aunque, se tiene que tener en cuenta que no pueden superar un plazo de tres meses. De este modo, no se podrá celebrar un nuevo contrato con la misma finalidad cuando se haya superado la duración máxima fijada.
El contrato de interinidad supone diversas ventajas tanto para el trabajador como para la empresa. A continuación, encontrarás los principales beneficios de este tipo de contrato para cada una de las partes.
Estas son las principales ventajas que supone el contrato de interinidad para una empresa:
Estos son algunos de los beneficios que supone el contrato de interinidad para un trabajador:
Si tienes alguna duda sobre este contrato o necesitas ayuda para formalizarlo, no dudes en consultar a la Asesoría fiscal Coruña de Prego.