Inmovilizado intangible: ¿Cómo contabilizarlo y cuáles son sus implicaciones fiscales?

- ●¿Qué es el inmovilizado intangible?
- ●¿Cuándo se considera un gasto y cuándo un inmovilizado?
- ●¿Cómo se contabiliza el inmovilizado intangible?
- ●¿Qué implicaciones fiscales tiene?
- ●Amortización fiscal vs contable
- ●Deducciones aplicables según el tipo de activo
- ●Tratamiento en el Impuesto de Sociedades
- ●¿Qué errores comunes conviene evitar?
- ●¿Vale la pena activar un intangible?
En el día a día de una empresa o en el de un autónomo, no todo lo que se compra se toca. Hay inversiones que no son físicas, a pesar de que tienen un valor real para el negocio. ¿Qué quiere decir esto? Pues que se tienen en cuenta inversiones en software, una marca registrada, una licencia, una app propia… A eso se le llama inmovilizado intangible y se trata de un concepto clave tanto a nivel contable como fiscal.
Saber cuándo y cómo debe registrarse este tipo de activo, cómo se amortiza o qué implicaciones tiene en impuestos como el de Sociedades puede marcar la diferencia entre hacer las cosas bien o tener problemas con Hacienda. En este artículo vamos a explicártelo todo de forma clara.
¿Qué es el inmovilizado intangible?
El inmovilizado intangible es un tipo de activo no físico que pertenece a la empresa o autónomo y que le genera valor durante más de un ejercicio. A diferencia del material como pueden ser los ordenadores o la maquinaria, estos activos no se ven ni se tocan, pero cumplen una función estratégica o técnica esencial.
Ejemplos habituales de inmovilizado intangible:
- Programas informáticos adquiridos o desarrollados internamente (si se cumplen ciertos requisitos)
- Licencias administrativas o de uso
- Patentes, marcas, derechos de autor
- Fondo de comercio adquirido en una compra de empresa
No se incluyen aquí suscripciones, dominios con renovaciones anuales o gastos de publicidad. ¿Por qué? Porque estos no cumplen con el criterio de permanencia ni de generación de beneficios a largo plazo.
¿Cuándo se considera un gasto y cuándo un inmovilizado?
Este es uno de los errores más frecuentes. No todo lo que parece intangible puede activarse contablemente como tal. A continuación, compartimos las diferencias clave.
El gasto corriente es considerado cuando el bien adquirido no genera valor a lo largo del tiempo o tiene uso inmediato como puede ser una suscripción anual o un servicio puntual.
El inmovilizado intangible es el que se produce cuando se cumplen las siguientes condiciones:
- Va a estar en uso durante más de un año
- Tiene un coste identificable y cuantificable
- Genera beneficios económicos futuros
- Se puede controlar (como por ejemplo, la licencia se encuentra a nombre de la empresa)
En resumen: si realizas la compra de un software personalizado para gestionar tu negocio y lo vas a usar durante años, es un inmovilizado. Si pagas por una herramienta en la nube de forma mensual, es un gasto.
¿Cómo se contabiliza el inmovilizado intangible?
El registro contable del inmovilizado intangible implica varios aspectos clave a tener en cuenta, tal y como detallamos a continuación.
- Amortización - Son amortizados a lo largo de su vida útil, salvo que esta sea indefinida.
- Deterioro - Deben ser sometidas periódicamente a pruebas de deterioro si existen indicios de pérdida de valor.
- Reconocimiento - Únicamente se registran si se cumplen los requisitos de identificabilidad, control y generación de beneficios futuros.
- Valoración inicial - Esto, normalmente, tendrá relación con el coste de adquisición o producción.
Es sumamente importante que se realice la correcta contabilización de estos activos para poder reflejar fielmente la situación económica de la empresa o situación del autónomo, así como cumplir con las obligaciones fiscales y contables.
¿Qué implicaciones fiscales tiene?
Además de su reflejo contable, el inmovilizado intangible tiene efectos fiscales relevantes, especialmente en el Impuesto sobre Sociedades. A continuación, te contamos todo lo que debes saber.
Amortización fiscal vs contable
- La amortización contable se basa en la vida útil estimada.
- La amortización fiscal se rige por los límites establecidos por Hacienda. En muchos casos, se permite una amortización acelerada (por ejemplo, un 33% anual para software).
Conviene tener cuidado: no siempre coinciden ambos criterios, y eso puede generar ajustes en la base imponible del impuesto.
Deducciones aplicables según el tipo de activo
- Algunas inversiones tecnológicas permiten aplicar deducciones fiscales por innovación o digitalización.
- También puede haber ayudas o subvenciones para el desarrollo de intangibles.
Consultar con un asesor fiscal permite aprovechar estas ventajas sin errores.
Tratamiento en el Impuesto de Sociedades
La amortización del inmovilizado reduce el resultado contable y, por tanto, la base imponible del impuesto. Pero si no se contabiliza correctamente o se amortiza fuera de los márgenes legales, Hacienda puede rechazarla.
¿Qué errores comunes conviene evitar?
- Activar como inmovilizado lo que realmente es un gasto
- No amortizar el activo intangible (o hacerlo de forma incorrecta)
- No justificar adecuadamente el valor del intangible (especialmente en desarrollos internos)
- Ignorar las implicaciones fiscales y no hacer los ajustes pertinentes en el impuesto de sociedades
En muchos casos, estos errores no se detectan hasta que hay una inspección o una revisión contable.
¿Vale la pena activar un intangible?
Sí, siempre que se haga con criterio. Activar correctamente un inmovilizado intangible permite reflejar mejor la realidad económica de tu empresa, planificar fiscalmente y aprovechar posibles beneficios.
Si tienes dudas sobre si un activo debe considerarse un gasto o inmovilizado, o no sabes cómo reflejarlo en tu contabilidad, en Asesoría Prego te ayudamos a gestionarlo con claridad y sin riesgos ante Hacienda.
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